Si bien es necesario mantener una buena imagen personal en el ámbito laboral, esto no significa que siempre se deba vestir de manera formal. Expertos consultados por “Factor Capital Humano” indican que un atuendo formal no significa necesariamente estar bien vestido. Además, en algunos casos, hasta puede ser incorrecto, de acuerdo al lugar y al tipo de tarea que se desempeña.
La vestimenta ideal surge del análisis de tres factores: la empresa para la que se trabaja y su cultura colaborativa, las personas con las que se interactúa a diario y las circunstancias del momento.