La Organización Mundial de la Salud ha reconocido el síndrome de burnout como un problema de salud laboral, y desde el 1 de enero de 2022 se incluye en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos. La falta de realización, la frustración o el desinterés en el trabajo son solo algunas de las causas de un problema que a ESCALA MUNDIAL es cada vez más notorio. Solo en Estados Unidos, entre marzo y julio de 2021, 12 millones de personas abandonaron sus puestos de trabajo, en lo que se conoce como ‘The Great Resignation’. Y este es un fenómeno que parece estar en expansión tras la pandemia y el aumento del teletrabajo.
¿Qué es el síndrome de burnout?
El síndrome de burnout es definido por la OMS como una enfermedad consecuencia del estrés laboral crónico. Se CARACTERIZA por sensación de agotamiento, distancia mental con el trabajo, pensamientos negativos y sentimientos de frustración e ineficacia. Es un proceso paulatino que deriva en una alteración psicológica y que está vinculado exclusivamente al entorno del trabajo. Podemos dividir el síndrome de burnout en dos tipos:
- Burnout activo: es el primer estadio de la enfermedad, en el que el empleado todavía mantiene una conducta asertiva e intenta salir de la situación. Es capaz de mostrar una actitud positiva, controlar los enfados, aceptar las críticas y no perder el control.
- Burnout pasivo: en este punto es cuando aparecen los sentimientos de apatía. El empleado ya ha abandonado la actitud positiva y no hace ningún esfuerzo para intentar revertir la situación.
Síndrome de burnout: síntomas. ¿Cómo saber si tú o tus colaboradores están ‘quemados’ con el trabajo?
¿Estás irritable en el trabajo? ¿Te cuesta concentrarte o encontrar la motivación para realizar las tareas? ¿Tienes sensación de agotamiento? El síndrome de burnout aparece como respuesta a una situación de estrés laboral y dos de los síntomas más comunes son depresión y ansiedad. Pero hay muchos más:
- Sentimiento de fracaso e impotencia.
- Agotamiento emocional.
- Frustración.
- Baja autoestima.
- Falta de concentración.
- Poca realización personal.
- Bajo rendimiento.
- Estado permanente de nerviosismo.
- Comportamientos agresivos.
- Dolor de cabeza, taquicardias o insomnio.
- Absentismo laboral.
- Aburrimiento.
- Impaciencia e irritabilidad.
- Comunicación deficiente.
Causas del síndrome de burnout
El principal detonante del síndrome del burnout son unas MALAS CONDICIONES de trabajo. Altos niveles de estrés crónico, la sobrecarga laboral, la poca autonomía, la falta de reconocimiento, las malas relaciones personales o la falta de apoyo son solo algunos de los factores de riesgo que pueden llevar a un trabajador a sufrir el síndrome del quemado o síndrome de desgaste profesional.
1. Mala organización en la empresa y falta de control
Que exista un exceso de carga de trabajo y el trabajador nunca salga a su hora, que se tenga que llevar trabajo a casa, o que no exista una desconexión digital real puede elevar considerablemente los niveles de estrés.
En general, las dinámicas de trabajo disfuncionales (estilos deficientes de liderazgo, poco apoyo, poca atención de los superiores, exceso de burocracia o deficiencias en la definición del puesto) tienen una influencia muy negativa en el estado anímico de los trabajadores.
2. Características personales del trabajador
Un mal ajuste laboral, bien porque el trabajo no se ajusta a tus/sus intereses o porque no tiene las habilidades necesarias, es otro de los motivos que pueden afectar al estado emocional de un trabajador. Las expectativas en un trabajo concreto también son importantes, ya que a veces no coinciden con la realidad y provocan que no haya una buena adaptación al entorno laboral. En ese momento es cuando pueden empezar a aparecer los primeros síntomas de ansiedad o apatía, por ejemplo.
Del mismo modo, hay características personales que pueden hacer que haya personas más propensas al síndrome. Las personas conformistas, inseguras, demasiado perfeccionistas o con baja autoestima tienen más probabilidades de sufrir ansiedad cuando están sometidas a altos niveles de estrés.
3. Expectativas poco claras
Otra de las causas que generan altos niveles de estrés laboral es no saber lo que los superiores esperan de ti o no estar seguro del grado de autoridad que se tiene. Cuando no están claras las expectativas es muy poco probable que se esté cómodo en el trabajo.
4. Desequilibrio entre vida personal y laboral
Un exceso de carga laboral provocará la falta de tiempo para disfrutar de tiempo libre o en familia. Por eso es importante que pueda existir una buena conciliación entre la vida laboral y la personal, y que no se produzca un desequilibrio que desemboque en un exceso de estrés. Aunque la llegada del teletrabajo puede haber paliado esta problemática en gran medida, es fundamental saber cómo mantener la motivación en el teletrabajo, y así no caer en malos hábitos que impidan separar el trabajo de la vida personal.
5. Mal clima laboral o mobbing
Obviamente, cuando hay un mal clima laboral o cuando se sufren situaciones de mobbing es muy probable que se acabe sufriendo el síndrome del burnout. Ya sea un caso de mobbing ascendente, horizontal o descendente, este tipo de situaciones afectan indiscutiblemente al desempeño laboral y acaban teniendo consecuencias a nivel personal, familiar y social para la persona que lo sufre.
¿Es posible prevenirlo?
La primera medida que puede tomar una empresa para evitar que aparezca el síndrome del burnout en sus trabajadores es EVALUAR las situaciones que están generando estrés y hacer lo posible para intentar reducirlo. Eso pasa por mejorar la organización y dotar de las herramientas necesarias para que las personas puedan realizar sus tareas adecuadamente, sin sufrir un exceso de carga laboral. Además, las acciones del psicólogo de la empresa son imprescindibles para detectar a tiempo esos trabajadores ‘quemados’ con la empresa.
Por parte del trabajador, es importante tener una actitud asertiva, intentar tener buenas relaciones personales en el entorno laboral y adecuar las expectativas profesionales. No se trata tanto de renunciar a las ambiciones, como de ajustar las expectativas a la realidad. También se puede trabajar en el autoconocimiento, aprender a combatir el estrés laboral, mejorar la autoestima, adquirir hábitos saludables y trabajar la asertividad y la resiliencia.
Una de las características del síndrome de burnout es que si no se toman las medidas necesarias puede ir creciendo y convertirse en un problema cada vez mayor. Para el trabajador afectado será cada vez más difícil resolver problemas o realizar tareas aparentemente sencillas, lo que acabará repercutiendo en su rendimiento. Empresas y empleados deben, por lo tanto, tomar conciencia del problema y aplicar las medidas necesarias para prevenirlo.
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Escrito por Sergi Monroy, APD Cataluña.